«México Lindo y Corrupto»

Posted on 16 May 2010 por

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“Somos corruptos.”
Policía Auxiliar de la Cuidad de México.

“La cosa es auto-organizarse, golpear, extorsionar un rato, dar vialidad otro.”
Policía Huixquilucan Edo. De México.

Si hablamos de los problemas más serios que actualmente enfrenta nuestro país, seguramente la ineficiencia, la corrupción y el abuso de poder por parte de la Policía Auxiliar se encuentran cerca de la cabeza de la lista.

Si bien no todos, al menos muchos de nosotros, (me atrevo a decir que la mayoría) hemos sido víctimas de algún tipo de abuso o corrupción por parte de esta organización cuya finalidad supuestamente, es la protección de los civiles.

Ante este gran problema, el gobierno de nuestro país ha implementado una serie de medidas como la famosa “denuncia anónima” que actúan como una supuesta solución al problema mencionado, pero que en realidad simplemente lo afectan de manera superficial.

Tomemos como metáfora la de un jardinero. Cuando un jardinero quiere quitar por completo una planta del jardín, corta la planta de raíz, pero si el jardinero en lugar de cortar la planta de raíz simplemente la deshoja o corta el tallo, es muy posible que la planta vuelva a crecer y se fortalezca cada vez más.

El problema de la ineficiencia y corrupción del cuerpo de Policía Auxiliar en nuestro país es similar a la metáfora del jardinero (claro que en una proporción mucho mayor). Siendo similar el problema es lógico pensar que la solución a éste es también similar y de hecho así es.

Primeramente debemos informarnos más sobre este problema, profundizar en el e investigar para tratar de contestar las siguientes preguntas: ¿Cómo surge este problema? ¿Dónde surge? ¿Qué medidas o acciones podemos tomar para poder erradicarlo? ¿Cómo arrancarlo de raíz y permanentemente?

Uno de los principales factores para que alguien tome la decisión de ser policía es que este trabajo se le presenta como un estilo de vida con buenas expectativas económicas y de poder. Cuando observamos a los aspirantes a la Policía Auxiliar fuera de la Academia (ITFP), notamos que la gran mayoría están integrados en grupos;  platican entre ellos, hablan con confianza, fuman del mismo cigarro y toman del mismo refresco, se prestan dinero y comen en las mismas casas. Este tipo de relaciones de barrio son las que permiten a los interesados no solo intentar ser policías, sino persistir en el ingreso, soportar el tedioso y largo proceso de registro e inscripción. Además saben que tienen mejores  opciones en cuanto a solvencia económica, ya que casi todos están desempleados o subempleados.

Los exámenes de admisión
Después de 3 meses de espera, empieza el proceso de selección para ingresar en la Policía Auxiliar. Para que un aspirante pueda obtener el nombramiento de policía es necesario que haga y apruebe una serie de exámenes que a continuación enlistare  en el orden en el que se les aplican.

Examen médico: Se miden la altura y peso, se les toma la presión, se les realiza un  examen de la vista,  revisión de los pies y manos, revisión total del cuerpo con el fin de encontrar  tatuajes;  además,  una serie de preguntas sobre el estado de salud de los aspirantes (alergias, operaciones, etcétera), su lugar de nacimiento, así como el estado de salud de sus padres (miembros de la familia adictos al alcohol o a las drogas). El examen dura entre diez y veinte minutos. Cuando al aspirante se le encuentra algún tatuaje se le pregunta la razón por la cual se tatuó, y luego se le explica que su conducta estará en observación durante el proceso de los demás exámenes. Los directivos de la policía mantienen en observación a los aspirantes tatuados ya que posiblemente han estado en algún penal, banda o mafia organizada. Sin embargo, su objetivo no es tanto establecer un obstáculo para el ingreso, sino detectar las relaciones externas que pueden tener, las cuales abren la posibilidad de ampliar el rango de acción sobre las redes de comercio de artículos robados o droga, utilizándolos como intermediarios. En este primer proceso de selección algunos aspirantes tienen problemas o encuentran obstáculos en su ingreso, esto lo solucionan dándole dinero al doctor.

A consecuencia del rechazo por no aprobar estos exámenes, muchos de los aspirantes regresan con mil pesos en la mano, precio que les pide en la Academia para poder entrar como policía auxiliar de manera inmediata. Las influencias también son una buena forma de entrar en la Policía Auxiliar, sin la Academia de por medio.

Examen psicométrico: No fue sorpresa para mí, descubrir, que se puede conseguir una fotocopia del examen a través del ayudante de la oficina de reclutamiento quien los vende fuera de la corporación a cincuenta pesos, de esta manera todos los aspirantes responden el examen juntos mientras la señora que vende tamales afuera de la Academia sigue despachando.

Examen de conocimientos: Su objetivo es evaluar la información que tiene cada aspirante sobre preguntas como las siguientes:
¿Qué día es el informe presidencial?
¿Qué significan las siglas PRI?
Mencionar los 3 últimos presidentes de México
¿Cuáles son los símbolos patrios?
¿Qué es un policía?
¿Qué es una infracción?
¿Qué es un reglamento?
¿En qué viaje descubrió Colón a América?
¿Cuál es la capital de Singapur?
¿Cuándo se instaló la primera imprenta en México?

La ultima parte del examen consiste en evaluar la ortografía y se dictan palabras como:
Payaso
Yeso
México
Generó
Maravillosa
Gerundio
General

La prueba de matemáticas consta de multiplicaciones, restas, divisiones y sumas, y con un tiempo de resolución de una hora, muchos copian las respuestas del compañero de junto.

La última de las evaluaciones se hace para medir la condición física de los aspirantes, con una carrera de varios kilómetros. Muchos de los aspirantes comienzan a pedir aventones a las camionetas que pasan para llegar a la meta acordada.

Algunos días después, los resultados son publicados; los que no son aceptados, solucionan su problema dando dinero al instructor. Los aspirantes reprobados, por lo general, consiguen el dinero de préstamos que les hacen, principalmente, familiares. La mordida para cambiar el resultado negativo de los exámenes es de 500 pesos.

Las Drogas
Las drogas han permitido que en muy poco tiempo los grupos pequeños comiencen a crecer y a volverse grupos más grandes, reunidos en un círculo en el que el cigarro circula de un lado para el otro,  empieza la plática sobre el proceso de admisión, la necesidad de un trabajo y las expectativas de ser policía. La droga no se vende, cada uno ofrece lo que tiene y se comparte con los otros compañeros.

Cuando el problema del desempleo junto con la incertidumbre en cuanto a la admisión a la Academia de Policía Auxiliar se hace mayor, la venta de marihuana se convierte en una forma de obtener ingresos.

Es importante destacar que muchos de los aspirantes tienen experiencias previas con drogas como la marihuana y la cocaína entre otras. Conforme pasa el tiempo, la adicción a alguna de estas dos últimas drogas ha reforzado las relaciones entre ciertos individuos, quienes dedican parte de su día a juntar dinero para poder comprarla, pero no la consumen cerca de la Academia, sino en otros lugares, como la casa de alguno de ellos o en algún terreno baldío, pero siempre en grupo. Éste puede ser el primer proceso de solidarización entre ellos, ya que en los momentos difíciles, cuando el desempleo se vuelve un problema central, el que no tiene dinero, puede acercarse a un círculo a consumir la droga.

En este sentido el consumo de marihuana en el proceso de admisión a la Academia se ha convertido en algo muy importante en cuanto a la formación de relaciones sociales, mientras que el consumo de otras drogas, como la cocaína y las tachas, refuerza relaciones menos comunitarias y más personales.

Las razones para ser Policía
Las principales razones por las cuales una persona decide ser policía en la ciudad de México, son las siguientes: Ganar y juntar dinero para poner un negocio, recuperar algún bien perdido, ya sea una casa, sus ahorros, terrenos, entre otros. Además buscan tener un empleo en el que se obtiene dinero fácil. Muy pocos de los aspirante están ahí por vocación. La mayoría de los aspirantes han tenido una historia individual de ilegalidad,  violencia,  resentimiento, consumo de drogas y la mayoría con un nivel educativo no más alto que la primaria o la secundaria; esto definitivamente fomenta un ambiente muy poco favorable al desarrollo individual, que no es posible, muchas de las veces, alterar.

Un buen número de aspirantes vienen de otros estados de la república a buscar nuevas expectativas de vida o tienen problemas legales que los obligan a huir de su lugar de origen.

Algunos de estos aspirantes están vinculados a las redes de distribución de droga o a la compra-venta de artículos robados, y ven en la policía una forma de ampliar sus redes de distribución y comercio. Existen, también, personas que han sido policías durante buena parte de su vida y han pasado de una corporación policiaca a otra, siendo despedidos por su actitud violenta, corrupta, o vinculada al consumo y tráfico de drogas.

Tal es el caso de Miguel, quien entró a la policía “para ganar dinero” y “recuperar lo que el destino con ayuda de la policía” le quitó. Tiene 24 años. Cuando tenía 18 años nació su primera hija; dos años después, su esposa se desesperó por la situación económica en su casa, ya que – aunque trabajaba en el rastro municipal como repartidor de reses – todo el dinero que ganaba lo gastaba en conciertos de rock y en la compra de droga y alcohol. En efecto, una madrugada llegó borracho y drogado a la puerta de su casa; como no pudo entrar, se quedo tirado sobre la banqueta, lo único que recuerda es que su esposa dio un paso grande para poder esquivar su cuerpo tirado y llevaba entre sus brazos a su hija y una maleta. Cuando logró levantarse se dio cuenta de que su esposa lo había abandonado y se había ido a vivir a Estados Unidos. Enojado, Miguel se buscó otra pareja: una chava banda. Actualmente tiene 2 hijos más, y según él, ya olvidó las tocadas de rock, a pesar de que su segunda esposa si las frecuenta. Después de trabajar en el rastro, Miguel se incorporó al cuerpo de bomberos; sin embargo, al año de su entrada fue detenido por portar drogas.

Mi hermano es el que controlaba y distribuía la droga por toda la colonia, además de esto se dedicaba con el “Loco”  a robar en casas y gente en la calle. El día que me cayeron encima era la fiesta de la colonia; mi madrina estaba vendiendo gorditas y yo le ayudaba a mantener el comal caliente. Todo estaba bien, cuando mi hermano llego en chinga, y de su chamarra saco un paquete y me lo dio; ya sabía que era mota, así que la guarde en mi chamarra y me fui a mi casa.

Cuando Miguel llegó e intentó abrir la puerta, dos individuos lo golpearon y lo condujeron a un automóvil, ya dentro de éste se identificaron como policías judiciales y le preguntaron si era “El topo”, a la par que descubrían el paquete con marihuana.

Al llegar a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia le pidieron identificarse con su credencial de elector y tomaron todos sus datos. Los apellidos y la dirección coincidían con la persona que ellos estaban buscando, solo les faltaba saber si él era o no el Topo. Ese era el apodo de su hermano… no lo delató y aceptó ser quien buscaban.

Fue encarcelado en el Reclusorio Norte, acusado por portar droga, robos a casas y por un atraco a una fábrica de ropa. Su hermano lo visitaba de mes en mes con el único objetivo de convencerlo que era mejor que siguiera asumiendo su identidad. Miguel comenta:

La cosa en el Reclu Norte estaba muy cabrona, los mismos compañeros de celda te madriaban y te quitaban toda pertenencia, hasta que tuve mi primera pelea con el Toro, un guey muy cabrón que me lo chingue; luego siguieron el Bolillo y el Perico hasta que logre ser uno de los machines de la cárcel.

Mi esposa me visitaba cada tercer día solo para pedirme lana; ganaba poco dinero por hacer imágenes talladas en madera que hacia como interno y solo eso le podía dar, y nada mas recibía reproches e insultos de ella. Mi jefa lloraba en cada visita y se la pasaba lamentándose.

Mi hermano y la banda venían y me comentaban que se dedicaban a reunir el varo que un licenciado pedía para conseguir mi libertad, pero los meses pasaban. Como interno tenía el prestigio de ser violento. Luego de diez meses por fin conseguí ser libre, mi madre vendió la casa y con esa lana logre salir. Mi chamba de bombero todavía me esperaba, gracias al comandante, pero no regrese con los bomberos porque como policía es la única forma de recuperar el dinero perdido y la casa de mi mama. Eso me dijo mi primo Beto que es patrullero y que unos años antes de haber entrado a la policía había asesinado con un machete a un cabron que se había cojido a su hermana… “De policía ni quien me busque por el muertito”. Por eso yo mismo creo que ser policía es la única forma de poder recuperar lo que ella misma quita.

La educación formal
Ya aceptados como candidatos a ser policías y estando inscritos a la academia, los estudiantes reciben la tira de 12 materias que conforman su preparación como policías: derechos humanos, ética policial y civismo, relaciones humanas, tácticas y técnicas policiales, bando y ley municipal, psicología, documentación policial, vialidad y reglamento de tránsito, defensa personal, geografía municipal y disturbios civiles.

A las nueve de la mañana comienzan las clases, cada una de 50 minutos Y terminan a las ocho de la noche. La mayoría de los profesores son ex militares que han sido dados de baja del ejercito.

Las enseñanzas a los estudiantes de la academia no sólo se quedan en el nivel de los valores, también hay lecciones prácticas, como las de uno de los maestros cuando dice: “El arte de robar”, el cual consiste en saber cuidarse de la ciudadanía para no ser sorprendidos extorsionando, aprender la psicología de la corrupción y organizar las responsabilidades del trabajo y el robo.

La mayoría de los maestros se preocupan por enseñar al nuevo cadete que:

“El policía tiene que ser más inteligente que el ciudadano, para evitar cualquier situación comprometedora, antes y después de extorsionarlo”.
José Luis Jiménez Lozano. Policía Auxiliar del D. F.


Los maestros les muestran a los aspirantes los exámenes unos días antes de la fecha programada. Los futuros policías contestan el examen en grupo, y cuando ya están convencidos de que las respuestas son las correctas, cada uno trata de memorizar las respuestas en su casa. Los aspirantes que no confían totalmente en la su memoria, consiguen dinero para dar a cada maestro entre 80 y 100 pesos, para poder sacar una calificación aprobatoria. Es por esto que nadie ha sido reprobado en las evaluaciones para conseguir su titulo de policía, agente de tránsito o bombero.

Los policías y el robo organizado en las colonias:
La relación entre los policías y los chavos banda es cada vez más solida, y las complicidades son cada vez más fuertes. Los chavos banda compran con algunos regalitos (lentes, tenis, cajas de cigarros) a los policías  con tal de poder seguir robando coches. Por eso los policías buscan quedar asignados todos los domingos en las mismas cuadras.

El entre:
El “entre” es la cantidad de dinero diario que tiene que entregar un policía al comandante de la zona donde está asignado. Este entre le permite al policía permanecer en la zona, así como tener una posición privilegiada (lugares donde se puede extorsionar). Los policías consiguen el dinero para dar el “entre” de diferentes maneras: la más común es el cobro de rentas a los locales que funcionan como cantinas, pulquerías y bares que venden bebidas alcohólicas sin permiso de las autoridades, además de los prostíbulos. Sin embargo, el “entre” no es la única causa de corrupción policiaca, porque el policía no busca dinero solo para cubrir este requisito, sino que extorsiona para poder hacerse de más dinero para vivir, ahorrar, o simplemente gastar. Por eso la renta es solo un primer eslabón en la cadena de la corrupción de los policías.

Antecedentes de la corrupción en el cuerpo policial capitalino.
Según mi labor de investigacion y fuentes vistas en clase, me he dado cuenta que la causa de la corrupción como la conocemos hoy, en el cuerpo policiaco, se debe en gran parte al famosísimo Arturo Durazo Moreno “Negro Durazo”.

José López Portillo se encargó durante su sexenio de nombrar a su amigo, Arturo Durazo como Jefe de la Policía Capitalina. Durazo, con este cargo, se encargó de instaurar una nueva práctica donde todos debían dar un pago obligatorio conocido como ‘entre’, de tal forma que los de los puestos más bajos, les pagaban a los de arriba, estos a su vez a los de arriba, y así hasta llegar a Durazo. Con esta práctica se fomentó la corrupción dentro de la policía, y ha llegado a convertirse en una práctica común del día a día que se extiende desde el final de la década de los 70 hasta hoy.

Durazo fue también quien creó el Colegio de Policía, lo que sería una razonable explicación a los absurdos e ineficientes lineamientos que se utilizan hoy en día para reclutar y entrenar a la policía.

Entre los actos por los que es muy conocido el Negro Durazo, se encuentra La Masacre del Río Tula, que sucedió el 14 de enero de 1981. Se encontraron 12 cuerpos en la lumbrera número ocho del emisor central del sistema de drenaje profundo, y no se pudieron reconocer sino hasta dos años después, y sólo una parte de ellos. Se descubrió que eran narcotraficantes colombianos que distribuían droga en la Ciudad de México, y fueron mandados matar por Durazo ya que interferían con su propio sistema de distribución.

Gracias a sus nexos con el narcotráfico le fue posible enriquecerse lo suficiente, como para despilfarrar dinero construyendo mansiones al estilo griego, por supuesto con mano de obra de sus propios policías.

En pocas palabras, creemos que el Negro Durazo es el antecedente más importante y directo a la situación actual de la policía donde la corrupción y el “hacer las cosas mal”, son las banderas que por desgracia se llevan en alto.

La ineficiencia de la policía en nuestro país es un problema que va mucho más allá de los propios oficiales de policía, la red de corrupción en ese ámbito comienza incluso antes de que los cadetes ingresen a la Academia, los propios profesores, que también son oficiales de policía y en algunas ocasiones ex militares, extorsionan a los cadetes y reciben sobornos para otorgar mejores calificaciones a los cadetes en las actividades y exámenes que realizan. No conforme con esto, los altos mandos de la policía presionan a los oficiales para que les den un “entre” con lo que logran conservar un lugar en específico donde patrullar; esto crea una fuerte competencia por obtener el “mejor lugar”.

Todas estas situaciones sumadas a la corrupción y a las previas actitudes delictivas de los oficiales (delitos antes de ingresar a la policía) crean un ambiente de corrupción y violencia por parte de la policía. El “dinero fácil” es una tentación para los policías que lo necesitan ya sea porque el sueldo que reciben no les es suficiente, o porque el “entre” que su superior les pide está fuera de sus posibilidades. Por esto la legalidad de las acciones policiacas se ve afectada y se va tornando a la ilegalidad. Todo este complejo sistema de nexos y de redes entre policías y corrupción, drogas, abusos, extorsión y crimen están ligados directamente a la violencia verbal, emocional y física.

Una de las acciones que podríamos tomar para erradicar, en parte o en su totalidad, este problema sería mejorar la preparación de los oficiales de policía en la Academia. El concepto de la Academia necesita ser replanteado y mejorado, se les debe dar a los cadetes una mejor educación en cuanto a su profesión se refiere. De igual forma se deben quitar las manzanas podridas de la caja (cualquier persona que sea corrupta y que aliente a los cadetes a caer o seguir en el camino de la ilegalidad y el crimen).

Muchos de nosotros nos quejamos de la policía, decimos que es un asco y que es corrupta, pero la realidad es que pocos sabemos o siquiera nos preguntamos cuál es la razón por la cual es así. Hoy, después de esta investigación/reportaje  conocemos algunas de las razones por las cuales sufrimos de estos problemas y con esto podemos pensar en soluciones para poder resolverlos.

Esto es algo que desgraciadamente no puede hacer una sola persona por el contrario debemos de trabajar todos de manera conjunta, cada quien aportando su granito de arena, y haciendo lo mejor que podemos hacer: “alzar la voz” y hacer que nos escuchen.

Entrevista con policia auxiliar

Fuentes:
Barrón Cruz, M. (2004) Guardia Nacional y Policía Preventiva: dos problemas de seguridad en México, México D.F. INCP.
Macedo de la Concha, R. (2003) Delincuencia Organizada, México D.F. INCP.
Inacipe (2004) 10 razones para reformar el sistema de justicia en México, México D.F. INCP.
Álvarez Ledesma, M. (2004) Derechos humanos y víctimas del delito, México D.F. INCP
Periódico Reforma secciones: Cuidad y Pagina principal, 16 abril 2009, 4 marzo 2009, 20  enero 2009, 26 enero 2009, 2 mayo 2009.
Diario El País. Jesús Ceberio. 31 de enero de 1984
http://zapateando.wordpress.com/2008/03/10/conferencia-la-violencia-policial-en-mexico/
http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20080709/pags/20080709184804.html
http://www.omct.org/index.php?id=EQL&lang=es&articleSet=Appeal&articleId=6074
http://www.hispanosnet.com/noticias/2008/octubre/01/corrupcion_policial_mexico.html
http://www.timesleader.com/elmensajero/noticias/internacionales/Mexico_indignado_por_corrupcion_policial_y_secuestros_.html
http://www.insyde.org.mx/images/patrones_del_abuso_policial_carlos%20silva.pdf
http://escholarship.org/uc/item/0wx5n64
http://www.imagendelgolfo.com.mx/resumen.php?id=74991
http://www.youtube.com/watch?v=SJpDR6nGPt8
http://www.youtube.com/watch?v=yz5zo9HBBgM
http://www.youtube.com/watch?v=XrdL6ggkcUw&feature=related

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